En 1955, cuando Empresas Públicas de Medellín
apenas se consolidaba como institución, nació el Alumbrado Navideño.
Por la época decembrina, parte de la ciudad se engalanaba tímidamente
con lámparas especiales gracias a los aportes materiales de la empresa
privada, las autoridades y hasta de la prensa. Los habitantes de la
Bella Villa "bajaban" a mirar el encendido oficial a las seis de la
tarde y a recorrer una y otra vez La Playa, desde siempre constituida en
columna verte
bral del decorado navideño.
Hacia 1967,
Empresas Públicas de Medellín asumió la realización de "los
alumbrados", como se les conoce popularmente, y con ello, su diseño,
montaje y, por supuesto, sus costos. Con el paso del tiempo, dichos
alumbrados se fueron mejorando, convirtiéndose en uno de los mayores
atractivos turísticos de Medellín en la temporada de fin de año.
Adicionalmente, la National Geographic, en su sitio web, presenta el alumbrado navideño de la ciudad como uno de los diez más bellos del mundo.
EPM había ofrecido su alumbrado más representativo año tras año, sólo modificado en la época dicembrina de 1992,
cuando la emergencia del racionamiento obligó a derrochar toda la
creatividad de sus funcionarios para concebir un "decorado" distinto, y
de esta manera no privar a la ciudad del encanto navideño. Fue una
propuesta distinta, donde los adornos y la magia del fuego, sustituyeron
los bombillos multicolores.
Hoy, el Alumbrado es toda una institución para Medellín. Cientos de
personas trabajan durante muchos meses para que miles de visitantes
puedan disfrutarlo en puntos estratégicos de la ciudad.
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